miércoles, 27 de enero de 2016

Transbordador Espacial Challenger OV-099 (1986 / 2016)



Saludos de parte del Comandante Decker, que este día en particular trae el recuerdo de una tragedia que conmovió no solo a una nación sino también a un planeta lleno de expectativa con respecto a la última frontera y la fascinación del hombre por explorarla.

Un día 28 de enero de 1986 (hace treinta años), que parecía normal en todos los sentidos, vería el despegue de su decima misión (STS-51-L) con rumbo al espacio, algo que pareciera en ese momento algo trivial, si no aburrido.


La tripulación de este vuelo espacial era muy especial, ya que por vez primera viajaría un tripulante civil, sin entrenamiento como especialista científico o como piloto. 

El gobierno de los Estados Unidos había lanzado una convocatoria para seleccionar a un maestro de enseñanza escolar, para su programa Maestros en el Espacio, cuya finalidad era la de establecer un enlace entre la población escolar y el programa espacial de la NASA.

Cientos de candidatos se apuntaron, pero al final quien iría en el Challenger para la primera clase en el espacio seria la maestra Christa McAuliffe, de la escuela secundaria Concord, de New Hampshire, EU.
 
La Maestra del Espacio

Luego de un breve periodo de entrenamiento en la NASA, la maestra McAuliffe se reuniría con sus compañeros de misión. En un momento el despegue se había pospuesto por el mal clima pero el 28 de enero se dio luz verde para el mismo.

Después de abandonar la torre de lanzamiento, un minuto y trece segundos después (73 segs.), el Challenger estallo…
 
El Challenger (73 segundos tras el despegue)

Poco o nada se podría hacer para tratar de salva a los tripulantes, quienes se piensan murieron al instante o pocos segundos después de la explosión.


Una comisión se formo, y se determino que un anillo de caucho que sellaba una sección de uno de los cohetes laterales fallo y permitió una fuga de combustible que a la postre ocasiono la explosión.

Estados Unidos lamento la pérdida de vidas de la tripulación, pero más que nada lloro mas por el hecho que la maestra Christa (como le decían), quien se había vuelto una celebridad pero sobre todo una figura familiar para la nación había dejado un vacio enorme con su sentido fallecimiento.

Los Reagan atendiendo un memorial de la tragedia del Challenger

 La NASA tuvo que reevaluar su programa de transbordadores, y a pesar de la tragedia, prosiguió con el mismo hasta el año 2011. La tragedia puso en perspectiva que el progreso debe continuar, a pesar de los tropiezos en el camino.
 
Tributo al Challenger
“Ad astra per aspera” (Hasta las estrellas mediante el sacrificio).

Así pues, es meritorio que recordemos a los hombres y mujeres que viven nuestros sueños y anhelos para llevar a cabo nuestro progreso y sucumben en su empeño por alcanzarlos.

Fila posterior: Ellison S. Onizuka, Sharon Christa McAuliffe, Greg Jarvis, y Judy Resnik.
Fila frontal: Michael J. Smith, Dick Scobee, y Ron McNair.


Soy el Comandante Decker, esperando haberles brindado un momento de reflexión y de remembranza, esperando a que no abandonemos nuestros sueños y seguir luchando por ellos.

STS-51-L
 
Hasta la próxima.

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